viernes, 14 de junio de 2013

Conflictos éticos frecuentes en Atención Primaria: Manejo de pacientes conflictivos o hiperfrecuentadores




En todas las consultas  de profesionales sanitarios nos encontramos en ocasiones con pacientes que acuden con excesiva frecuencia sin un motivo claro que lo justifique (hiperfrecuentadores) o pacientes que habitualmente nos plantean conflictos, ya sea por desconfianza, por agresividad o simplemente por mala relación personal por incompatibilidad de carácter.

Existen estudios que cifran la prevalencia de estos pacientes entre el 1-3%, pero que debido a la alta frecuentación vendría a suponer un 10% de todos nuestros actos.  Todos podemos identificar esos pacientes, aquellos que cuando observas el listado de pacientes citados para ese día empiezan a entrarte sudores, que se mantienen hasta el momento de la visita y continúan un rato después.

El manejo de estos pacientes en la Atención Especializada es muy diferente ya que la relación es habitualmente limitada en el tiempo. En cambio en AP la relación con estos pacientes puede durar años, lo que obliga al profesional a cuidar especialmente todos los aspectos éticos de una relación probablemente difícil.

A lo largo de los años he observado múltiples formas de intentar solucionar el problema como por ejemplo rotación obligatoria de estos pacientes entre los diferentes compañeros del Centro de Salud, pero este tipo de soluciones normalmente acaban en abandono de los pacientes ya que como dentro de poco cambiará nadie se implica realmente en su tratamiento

Tendemos a poner etiquetas a ese tipo de pacientes (“protestón”,”broncas”, “hiperdemandante”, etc.) y eso dificulta sobremanera tratar de forma correcta las patologías que presente o sus causas ocultas ya que en la visita normalmente no escuchamos al paciente sino que solo pensamos en como acabar pronto y sin un nuevo conflicto.

Por ello debemos hacer un esfuerzo antes de cada visita en olvidar esas etiquetas y volver a empezar de nuevo, intentando ver de forma global al paciente e intentar identificar cual es la fuente de los conflictos, o si hay un motivo oculto para la hiperfrecuentación.

Como en entradas anteriores de esta serie ilustraremos el tema con un caso clínico que analizaremos en próximas entradas

Caso clínico:

Doña virtudes es un paciente hipercrítica y suspicaz con el equipo sanitario.
Todo el personal sanitario que la trataba la consideraba insoportable.
La insistencia de la paciente en recibir atención sanitaria a domicilio sin necesidad es lo que acabó por romper la relación, llevando al médico a plantear un cambio de médico a la paciente, a lo que esta contestó: “ no quiero cambiarme de médico, estoy bien con usted, lo que quiero es que me envíe al hospital para que me encuentren lo que tengo”


1 comentario:

  1. Jesús estoy plenamente de acuerdo en el planteamiento que haces de este caso. En mi práctica como médica de familia he comprobado con cierta frecuencia que cuando le dedicas un tiempo de escucha activa y de acercamiento a estos pacientes "difíciles" se produce un cambio importante. Al sentirse el paciente "reconocido" mejora la relación y disminuye la demanda excesiva y el trato es más satisfactorio para todos. Vicenta Alborch

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