jueves, 9 de mayo de 2013

Conflictos éticos frecuentes en Atención Primaria: Uso racional de medicamentos II

Aportaremos hoy posibles soluciones al caso de la entrada anterior. Para ello en primer lugar recordaremos el método de resolución de conflictos más utilizado por nosotros. Hay muchos, pero creemos que en AP este es el más práctico y más difundido en España:

Consta de seis pasos:
  1. Detección del conflicto ético: No hay caso si no hay conflicto y no para todos una situación llega a ser un conflicto.
  2. Identificación de los Principios y valores implicados en el caso
  3. Identificar cursos de acción extremos: para eliminarlos, ya que como dice la frase "la virtud esta en la moderación" y por desgracia si actuamos sin pensar lo más normal es que nos decantemos por uno de los extremos.
  4. Buscar cursos de acción prudentes
  5. Deliberación
  6. Decisión y valoración del resultado
Volviendo al caso de Juan de la entrada anterior y comenzando por el segundo paso

Principios y valores implicados:

En este caso enfrentaríamos el principio de justicia (utilizamos recursos no necesarios) frente al de autonomía (entendiendo como autonomía el atender las demandas del paciente), aunque la clave estaría en saber si el paciente es realmente autónomo para solicitar el tratamiento. Podríamos considerar que el paciente no es autónomo ya que no dispone de toda la información necesaria para solicitar que se le recete el tratamiento (efectos, secundarios, recomendaciones de las diferentes guías clínicas, etc.)

Por otro lado enfrentamos el posible efecto beneficioso (beneficencia) de usar el fármaco (disminución del riesgo cardiovascular) frente al riesgo de efectos secundarios (no maleficencia)

Y otro valor más a considerar en este caso es la relación médico-paciente, herramienta fundamental en nuestro trabajo y que puede quedar rota para siempre.

Cursos de acción extremos: 

-Recetar el fármaco solicitado por el paciente sin plantear objeciones
-Negarnos ha hacer la receta y recomendar un cambio de médico ya que en nuestra consulta quien decide los tratamientos somos nosotros y no estamos dispuestos a tolerar esos comportamientos

Cursos de acción prudentes:

-Solicitar analítica para confirmar resultados.

-Entregar dossier con información extraída de guías y prospectos del fármaco

-Pactar periodo de prueba con hipolipemiantes dietéticos

-Recetar fármaco alternativo, el más coste-efectivo según guías clínicas.

Deliberación

Quizás en este caso el curso de acción óptimo seria como en la mayoría de las ocasiones una combinación de varios.

No siempre los resultados de las analíticas laborales se confirman dado que no siempre son en ayunas ni se extraen en las mejores condiciones por lo que en primer lugar debemos confirmarlo. Podemos aprovechar para informar al paciente de los lugares donde puede obtener información fidedigna sobre las dislipemias y explicar los efectos secundaros de los fármacos.

En una segunda visita y suponiendo que se confirmen los resultados y que el paciente ya tenga la información para poder decidir de forma autónoma deberíamos volver a explicar la conveniencia de la modificación de estilos de vida y pactar el periodo de prueba con hipolipemiantes dietéticos.

En caso que lo anterior no funcione y en un intento de preservar la relación médico paciente podríamos intentar recetar una estatina alternativa, advirtiendo siempre del riesgo de efectos secundarios en un tratamiento no obligatorio, o según cual sea el tipo de paciente que tenemos delante negarnos ha hacer la receta, sabiendo que eso condicionará visitas futuras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario