miércoles, 6 de febrero de 2013

El método bioético


Reflexiones tras la lectura del resumen de ponencias del XII Ateneo de Bioética:

Desde hace siglos se viene defendiendo que la única manera de obtener nuevos conocimientos en ciencia es a través del método científico. Solo es valido aquello que es demostrable y reproducible y todo aquello que se sale de ese método queda fuera de las ciencias “verdaderas”.

Esto nos lleva a preguntarnos como debemos investigar y avanzar en bioética. ¿Podemos aplicar el método científico? ¿Cuál debe ser la función de la bioética en los proximos años?

Para Van Rensselaer Potter “En este momento la investigación empírica está en crisis, tenemos evidencias pero no las aplicamos, no se utiliza el conocimiento que tenemos en la realidad. Hay muchos intereses en la investigación y no siempre se investiga de forma libre. También hay una crisis de confianza en el conocimiento profesional, lo que se pide es que la investigación debe bajar a los contextos, hay que utilizar la bioética para cambiar. Yo propongo un método de investigación participativa basado en una forma de conocimiento autorreflexiva que emprenden los participantes en situaciones sociales para mejorar sus propias prácticas desde una perspectiva racional y justa. Se trata de un proceso participativo y democrático”.

La función de la bioética en los próximos años será educar a los profesionales y a la población sobre los fines de la ciencia médica, intentar definir que es la salud y como la ciencia médica debe ayudar a alcanzarla. Debe ser el motor que nos lleve a una nueva Alma-Ata que sirva de base para el desarrollo de las políticas sanitarias de los próximos treinta años y que devuelva a los profesionales la motivación y sirva para educar a la población en salud.

Para alcanzar estos ambiciosos objetivos no es posible aplicar el método científico. Pero ¿Cuál es entonces el método?

En este punto surgen múltiples caminos y es difícil saber con cual hemos de quedarnos.

Para nuestro día a día y dejando un poco de lado los grandes objetivos y empezar a adquirir conocimientos en bioética es más cómodo aprender los cuatro principios básicos (autonomía, justicia, beneficencia y no maleficencia) y a partir de ahí intentar resolver los conflictos que se produzcan, pero a medida que vas estudiando diferentes casos vas encontrando que esos principios se quedan cortos ya que hay valores que no se pueden clasificar dentro de ninguna de las categorías.

Si además de la existencia de esos valores inclasificables trabajas en Atención Primaria y conoces la historia vital de tus pacientes, sus ideales, conflictos familiares y miedos es fácil aproximarse más al método narrativo que a cualquier otro. Cada situación es una historia que según quien se el narrador y su punto de vista adquiere tintes diferentes, mostrando la pluralidad de las perspectivas a partir de las cuales hemos de tomar nuestras decisiones.

Por ello es difícil difundir la bioética entre los compañeros de AP, muy concienciados por años de educación de la necesidad de unas reglas fijas antes de actuar, acostumbrados a la existencia de protocolos y guías clínicas que regulen las actuaciones. Estamos planteando que cada caso es diferente y que nuestra actitud y decisiones pueden variar según pequeños matices de la historia. ¿Cómo conseguir difundir la bioética en AP?. Mediante mas sesiones clínicas en los centros de salud sobre casos concretos sobre los que deliberar

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