miércoles, 2 de noviembre de 2016

Lectura recomendada: Hans Küng. Una muerte feliz.

Hans Küng. Una muerte feliz. Editorial Trotta

El autor de este libro, Hans Küng, nacido en Suiza en 1928, se encuentra entre los pensadores sobresalientes de nuestro tiempo. Sacerdote, filósofo, teólogo. Fue catedrático de Teología Ecuménica en Tubinga. En 1979 el Vaticano le retiró la licencia eclesiástica para enseñar. Catedrático emérito desde 1996. Su estudio, a lo largo de decenios de las religiones mundiales desembocó en el Proyecto de una Ética Mundial (1990) y en la creación de la Fundación para la Ética Mundial.
Entre otros muchos libros escribió junto a Walter Jens “Morir con dignidad. Un alegato a favor de la responsabilidad”. (2010).
Con este libro el autor quiere contribuir a un proceso de debate continuo sobre la controvertida cuestión de la eutanasia.
Él aboga por el derecho de cada cual a decidir responsablemente el momento y la forma de la muerte. Ya que todos tenemos una responsabilidad sobre nuestra vida ¿por qué habría de cesar esa responsabilidad en su última fase?
Os recomiendo este libro especialmente a los cristianos católicos. Creo que puede abrir una esperanza de cambio en la actitud de la Iglesia frente a las decisiones de cada uno al final de la vida.
La dedicatoria es: “A mis médicos, terapeutas, enfermeros y a todos los que me han asistido y ayudado, con gratitud”.
Tiene frases como las siguientes:
“Así pues, el médico debe conventirse en el interlocutor del paciente decidido a morir. Dejar recaer sobre el médico la decisión acerca de la vida y la muerte se convierte para muchos
pacientes en un pensamiento insoportable a la vista de la amenaza de ser prisioneros de un sistema médico altamente tecnificado. Por esta razón queda vulnerado el principio de responsabilidad personal del paciente. Esto parece una arrogancia a una cifra creciente de médicos. En el fondo debe ser una liberación para los médicos y también para los jueces si pueden dejar la decisión finalmente al paciente, o bien a los familiares responsables”
“Ningún médico debe ser obligado a asistir en un suicidio, pero, a la inversa, tampoco debe excluirse una organización dedicada a la eutanasia”
En fin un libro valiente y valioso que escribe un autor muy cualificado que se encuentra al final de su vida y es capaz de, contra viento y marea, expresar sus deseos respecto a su propia muerte y sus opiniones bien fundamentadas.

Vicenta Alborch