martes, 23 de junio de 2015

Lecturas recomendadas: "El día que Nietzsche lloró. Irvin D. Yalom"

El día que Nietzsche lloró. Irvin D. Yalom. 1992.

ISBN 9788423342228 Ed. Destino 2008


Recomendado por Elvira García Bello


Irvin D. Yalom es un psiquiatra judeo-estadounidense. En esta novela construye una historia ficticia en la que incluye a importantes personajes que han contribuido a configurar la cultura occidental contemporánea. Los filósofos Nietzsche y Pau Ree, la escritora Lou Andreas-Salomé, los médicos Joseph Breuer y Sigmund Freud, el músico Richard Wagner…

Se trata de una historia que nos atrapa inmediatamente pues se refiere a la vida, a los problemas vitales, existenciales de sus protagonistas, tanto a nivel personal como a nivel profesional, especialmente en el caso de los médicos que se enfrentan a problemas morales importantes..


La novela está ambientada en Viena, en el año 1882. Joseph Breuer es un eminente médico vienés, conocido principalmente por su forma novedosa de abordar los trastornos histéricos. Especialmente famoso se hizo el tratamiento aplicado en el caso de la paciente Bertha Pappenheim (conocido como el caso de Anna O. para respetar la confidencialidad).


La relación de amistad entre Joseph Breuer y Sigmund Freud nos proporciona en la novela interesantísimos diálogos entre ambos comentando el estado de la medicina de la época. Sigmund Freud aparece como un joven que se encuentra realizando su residencia en el Hospital General de Viena y que está “gestando” aún las nociones básicas del psicoanálisis, especialmente el concepto de inconsciente y la influencia de éste en la vida de las personas.


La joven y arrolladora Lou Andreas-Salomé entra en contacto con Joseph Breuer a quien llega porque su hermano, joven estudiante de medicina, le ha contado sus novedosos métodos en el tratamiento de las enfermedades mentales. Le pide auxilio para ayudar a un amigo suyo, una joven promesa, un futuro gran filósofo, Friedrich Nietzsche, a quien nadie conoce aún pero a quien pronto, según ella, todos necesariamente conocerán debido a su gran talento. Su amigo sufre terribles migrañas, entre otros muchos problemas físicos y tiene pensamientos suicidas. Se haya sumido en una depresión. Ya ha sido visto por los más ilustres especialistas del momento pero nadie sabe remediar su mal. Por eso acude a Breuer con una insólita propuesta: Nietzsche, según Lou, sufre de desesperación. Ella ha oído hablar de esa “cura por el habla” y piensa que será la única posible ayuda para su amigo. Pero como sabe que Nietzsche nunca accedería a tratarse, le propone a Breuer que, con la excusa de tratarle sus dolencias físicas, aplique esa “cura por el habla” a su amigo.


Breuer, atrapado por la fuerza de Lou, accede a lo que ésta le pide. Y, cuando conoce a Nietzsche, atrapado asimismo por la fuerza de su personalidad y por todo lo que ha leído en sus libros, le propone para tratar de retenerlo un curioso pacto entre ambos bajo la forma de un “intercambio profesional”. Nietzsche acepta y comienza para los dos un interesante proceso. Nietzsche planteará a Breuer muchas exigencias que para Breuer toman la forma de dilemas éticos respecto a su profesión médica. La reivindicación de su autonomía como paciente por parte de Nietzsche. La exigencia de saber cuál es el alcance de su enfermedad para poder decidir sobre su futuro. El carácter confidencial de lo que el médico sabe sobre el paciente, étc. Son varios de los temas sobre Bioética que van apareciendo en la novela.

martes, 9 de junio de 2015

Bioética y cine: "Johnny cogió su fusil"



"Es terrible, dentro de mi, estoy gritando como un animal acorralado. Pero nadie me hace caso.
Si tuviera brazos, podría matarme.
Si tuviera piernas podría correr.
Si tuviera voz, podría hablar, y mi voz me haría compañía. Podría pedir ayuda. Pero no puedo hacer nada, nada, nadie oye mis gritos, y sin embargo tengo que hacer algo por que no sé, no sé cómo podré seguir viviendo así."


Esta es una de las terribles reflexiones  de un joven combatiente de la 1 ª Guerra Mundial que  se encuentra en un hospital tras ser herido por una bomba, debido a que no puede hablar, escuchar ni ver, también tiene los brazos y las piernas amputados. A través de los recuerdos entre el pasado y el presente del protagonista, el espectador se va enterando de la vida anterior al accidente y de la recuperación de la conciencia del protagonista, así como sus esfuerzos para recuperar el sentido de la vida y la posibilidad de comunicación en su estado.

Impactante la primera imagen de los médicos:

Johnny cogió su fusil



Dramática, desasosegante e interesante película, que  desde el punto de vista de la bioética nos invita a reflexionar sobre:
  • Adaptación a los cambios; proceso de duelo
  • Discapacidad y autonomía
  • Religión y salud
  • Investigación
  • Relaciones interpersonales; comunicación
  • Sistema sanitario
  • Profesionalismo
  • Derechos humanos y eutanasia; principios bioéticos
  • Rol de la enfermería; autonomía enfermera