LAS CONFESIONES DEL DOCTOR SACHS
En
la última sesión de cine forum de la SVMFiC
vimos la película “Las confesiones del doctor Sachs”, basada en el
libro de Martin
Winckler que recopila las notas tomadas en su diario de su actividad
diaria en su consulta como médico de familia en una pequeña
localidad francesa.
Como
después reveló el coloquio, muy animado por cierto, todo el mundo
coincidió en que se sentía muy identificado respecto a la
problemática y patologías que recibía el doctor en su consulta.
Una de las cosas que más llama la atención en la película es,
además de la visión que el médico pueda tener de sus pacientes, la
visión que estos tienen de él, pues en la película se verbalizan
los pensamientos que sobre el doctor van tenido los sucesivos
pacientes que pasan por la consulta, aunque éstos no lo expresan en
voz alta. Poniendo de manifiesto que se trata de una relación de
doble dirección, en la que el médico también es objeto de la
mirada del paciente.
Respecto
a la actitud del médico, se comentaron muchas cosas en el coloquio.
Se destacó que llama la atención la prácticamente total
disponibilidad en la que se encuentra. Sólo las guardias las tiene
organizadas con otro colega. Recuerda a los médicos de antaño,
siempre dispuestos para atender cualquier imprevisto, pues viven
allí, inmersos en el entorno de sus pacientes y, por tanto,
localizables.
Se
destacó también su increíble capacidad de escucha, que, a partir
de unas breves preguntas, desarrollaba escuchando activamente a sus
pacientes. De hecho, quien menos habla en la película es el doctor
Sachs. Sólo sabemos de lo que piensa porque se están leyendo sus
diarios.
Se
comentó también que, a diferencia de algunos colegas suyos, él
recetaba relativamente poco, lo que no le valía precisamente las
simpatías del farmaceútico.
Destaca
también su empatía con el sufrimiento se sus pacientes, como
podemos ver en el caso de la pareja mayor a la que sólo puede ayudar
administrando medicamentos para aliviar el sufrimiento de la esposa.
Cosa que ellos agradecen enormemente.
También
se habló de que el modelo de médico que persigue el doctor Sachs
es, de algún modo inalcanzable, pues exige ser no sólo un médico
técnicamente competente sino ser una especie de persona sabia que
sabe cuándo, dónde y de qué manera intervenir en las situaciones
que pasan por su consulta. Es un médico que ejerce a su vez de
confidente, de psicólogo, de confesor, de asistente social... Aunque
es cierto que también comenta sus errores.
Se
consideró que es una película muy adecuada para la docencia, pues
aparecen en ella muchos temas de bioética. La película está
plagada de ejemplos en los que el doctor Sachs nos muestra cómo
actúa respetando siempre el principio de autonomía del paciente,
así como el consentimiento informado. Por ejemplo cuando respeta la
voluntad de un paciente que aunque está padeciendo un infarto se
niega a ser ingreado en el hospital porque prefiere morir en su casa.
O en el caso de las chicas a las que se practican los abortos, a las
que les pregunta si se les ha informado convenientemente de en qué
consiste la intervención que van a hacerles.
La
escucha activa la practica con maestría el doctor Sachs, dejando así
que sean muchas veces los propios pacientes quienes saquen sus
propias conclusiones, como es el caso de la paciente que se había
contagiado de su marido. Pero no sólo escucha sino que interviene
activamente cuando la situación así lo requiere, como es el caso de
los familiares que buscan su complicidad para internar al hermano en
una residencia, donde se muestra claramente en contra de ellos y no
les ayuda.
Asimismo
se ve cómo respeta la confidencialidad, no contando a la madre lo
que tiene que ver con las consultas de su hijo. O cuando sabe
atender por separado a la madre y la hija que llegan a la consulta
con serios problemas entre ellas.
Supongo que el comentario sobre el debate lo habrá hecho América que fue la que presentó la película e inició el debate. Estoy completamente de acuerdo con el resumen que has hecho. Solo me queda recomendar la lectura del libro del mismo título que también ayuda a reflexionar sobre nuestra profesión, la forma en la que la vivimos personalmente y las relaciones con nuestros pacientes. Me parecen muy interesantes los video forum y el espacio de debate y la oportunidad de compartir experiencias que ocasionan. ¡Ánimo con ellos!
ResponderEliminarNo es de extrañar que al final nos hayamos liado con el título de la película. La película se titula en castellano "Las confesiones del doctor Sachs" y el título original francés es "La maladie de Sachs". Está basada en el libro de Martin Winckler publicado en 1998 con el título "La maladie de Sachs" que se ha traducido al castellano con el título de "Las confesiones del doctor Sachs", que por cierto se puede conseguir en las librerías por 4,95 € y recomendamos.
ResponderEliminarEsto de las traducciones de los títulos de las películas tiene su cosa, debe ser por interés de las productoras de cine, pero en muchas ocasiones resulta chocante. Traigo al recuerdo la excelente y divertida película de Billy Wilder, 1959, cuyo título original era "Some like it hot" (A algunos les gusta lo caliente) que se llamó "Con faldas y a lo loco" cuando se dobló al castellano, y "Ningú no és perfecte" cuando se dobló al catalán.
Lo comentado hace recomendar en las próximas sesiones de cinefórum utilizar el título de la película en castellano y el de la versión original.
Tomo nota de la rectificación y bienvenido a los comentarios
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